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4 PICOS SIERRA DE SAN VICENTE (TOLEDO)



                                                                                                                                                                  
1. INTRODUCCIÓN Y CURIOSIDADES.

    La Sierra de San Vicente es un sistema montañoso que vertebra la comarca del mismo nombre, que engloba 20 pueblos. Esta comarca de San Vicente, se sitúa al noroeste de la provincia de Toledo, en el punto de unión de ésta con las provincias de Ávila y Madrid,  en las tierras de Talavera de la Reina,  entre los ríos Alberche y Tiétar. Tiene como telón de fondo las faldas de la Sierra de Gredos.

   El nombre de Sierra de San Vicente se debe a una leyenda según la cual, en una cueva cercana vivieron los santos Vicente, Sabina y Cristela, que siendo hermanos huyeron de Talavera de la Reina escapando de la persecución de un gobernante romano llamado Diocleciano. Marcharon a Ávila, pero no pudieron escapar siendo martirizados, encontrándose actualmente enterrados en la espléndida iglesia románica de San Vicente.

      Esta sierra está formada por una pequeña alineación de montañas, entre los 800 y los 1.373 msnm, entre el valle del Tiétar y el valle del Alberche, considerándose una de las primeras estribaciones al sur del Sistema Central. Para algunos es considerada la "hermana pequeña de la Sierra de Gredos".

   Montañas tapizadas de robles, castaños, encinas y enebros por las que discurren mil arroyos que nacen en mil fuentes y manantiales. Cerros flanqueados por prados, navas y dehesas donde pastan vacas y pastorean ovejas y, esparcidos entre ellos, pueblos; unos blancos y otros de piedra, unos en el llano  y otros en la ladera.

   Propuesta como Lugar de Interés Comunitario en la Red Natura 2000, la Sierra de San Vicente tiene además dos ZEPAS (Zonas de Especial Protección de las Aves), donde aves protegidas como la Cigüeña Negra, el Aguila Imperial, Buho Real o el Buitre Negro anidan o utilizan esta comarca como zona de dispersión. Mamíferos como el jabalí, la garduña, el tejón, y la gineta, pueblan los bosques y dehesas de la Sierra de San Vicente.

   La situación estratégica de la comarca y su buena climatología han hecho posible el asentamiento de multiples pueblos a lo largo de la historia, dejando a su paso vestigios de casi todas las épocas desde el Paleolítico. Existen testimonios de todas y cada una de las culturas que han ido poblando la península: dolmenes, estelas, restos cerámicos neolíticos, castros, verracos, construcciones romanas, visigodas, árabes, castillos medievales, construcciones cristianas. Una pequeña muestra de todo esto son: las tumbas rupestres (Artesas), los verracos, la Atalaya musulmana, los puentes romanos, los rollos de justicia, las distintas iglesias, distintas ermitas, los pozos de nieve, donde los monjes preparaban bloques de hielo en invierno que eran luego vendidos en Talavera de la Reina.

   Hace algunos años, se recuperaron en la comarca antiguos caminos, senderos y cañadas que servían de enlace a los pueblos de la comarca. Entre ellos destaca la Senda de Viriato, bello sendero de Gran Recorrido (GR63) de 141 km. Este sendero se divide en 19 etapas, y se puede realizar a pie o en bicicleta de montaña. Siguiendo los diferentes itinerarios, permite conocer los paisajes de cada vertiente de la Sierra de San Vicente. 

   La Senda de Viriato  es conocida por ese nombre en honor a Viriato, humilde y sencillo pastor que se convirtió en la pesadilla del imperio romano en la provincia de Lusitania, que en el siglo II antes de Cristo, comprendía la mayor parte de la actual Portugal al sur del Duero, Extremadura, Salamanca y parte del oeste de la provincia de Toledo. Sobrevivió a la matanza del pretor romano Galba en el 152 antes de Cristo, jurando desde ese momento odio eterno a los romanos. En su lucha sin parar contra Roma, el caudillo lusitano acampaba con sus tropas tras cruzar el Tajo en el llamado Monte de Venus, que la leyenda sitúa en la Sierra de San Vicente. 


    El Cerro de San Vicente, al cual se sube en esta ruta,  tiene una posición estratégica, desde el que se podían vigilar grandes extensiones de terreno en un radio de 360 º. Es por eso que a lo largo de la historia distintas civilizaciones han establecido sus puestos de vigía, atalayas o castillos por esta zona. El origen de esta construcción defensiva se remonta a la época emiral o califal (siglos VIII - XI), cuando los Omeyas establecieron en estas tierras una marca fronteriza, la Marca Media. A lo largo de esta frontera central edificaron una red de atalayas defensivas, entre las que se encuentran las del Cerro de San Vicente y otras en Cardiel de los Montes, Castiyo de Bayuela, Cervera de los Montes, Sotillo de las Palomas, Segurilla (aún se conserva) y las del entorno de Talavera de la Reina. Sobre los restos de esta atalaya se levantó en la Edad Media un pequeño castillo con fin defensivo, el Castillo de San Vicente, con una ubicación estratégica inmejorable, ya que desde el se dominaban los valles de los ríos Alberche y Tajo (NE-SE), al fondo los Montes de Toledo, y hacia el noroeste, las tierras de la Vera, el valle del Tiétar y la Sierra de Gredos.

   El Cerro de San Vicente además ha sido lugar de culto desde épocas muy antiguas. Los vetones realizaban sus rituales sagrados en esta cima, hábito que continuaron los romanos, venerando a la diosa Venus. Esta diosa de la mitología itálica era protectora de jardines, campos y huertos, y fue la que dió a esta zona el nombre de "Monte de Venus". 

   Posteriormente, otro evento confirmó la sacralización de este monte. Cuenta la tradición que la cueva que hay en el Cerro de San Vicente fue el lugar donde se refugiaron los Santos Mártires Vicente, Sabina y Cristela en su huída de los romanos.

   

 


2. CÓMO LLEGAR. 

    La ruta comienza en la zona de aparcamiento del campamento "El Piélago", en el km 8 de la carretera que une Navamorcuende con el Real de San Vicente. Para llegar ahasta aquí hay que seguir el siguiente itinerario: 

- desde Toledo (88 km, 1h 10'): tomar la autovía A40 hasta Maqueda, donde se enlaza con la autovía A5  sentido  Talavera de la Reina. Poco antes de llegar a Cazalegas, abandonar la A5 por la salida 96, para coger la CM-5002. Circulamos por esta carretera en dirección a El Real de San Vicente (pasando previamente por Cardiel de los Montes y Castillo de Bayuela), pasado el cual tomamos una estrecha y sinuosa carretera, la TO-4045-V, que sale a nuestra izquierda  dirección a Navamorcuende, y que en unos 8 km nos deja en el Piélago.







 
- desde Madrid (129 km, 1h 45'):
se va por la autovía A5 hasta la salida 96, donde se toma la CM-5002. después eguir las indicaciones descritas anteriormente.





3. DESCRIPCIÓN DE LA RUTA.




   Tras algunos meses de espera, por fin realizamos la primera ruta senderista del grupo de senderismo del paritorio de Toledo. Para esta "inaguración", elegimos una ruta circular por la Sierra de San Vicente, en concreto la "ruta de los 4 Picos". Este itinerario sube a 3 de las cimas más elevadas de la sierra:  el Alto de la Cruces, donde está en Centro Emisor del Valle del Tiétar (1.373 msnm), el Monte Pelaos (1.331 msnm) y el Cerro de San Vicente (1.321 msnm), y a un cerro secundario, de menos altura llamado Lomo Lucía (1.222 msnm).

   En esta ocasión vinieron conmigo María, Elisa, Antonio y Jose, compañeros del paritorio. La ruta ya la conocía porque la había hecho anteriormente en 2 ocasiones, aunque no la había publicado en el blog por haberme desviado en algún tramo y no tener grabado el track correcto. 

   Salimos de Toledo a las 09:20, y aunque la ruta más corta para llegar es la que he descrito anteriormente, por ir charlando Antonio se pasó el desvío y llegamos al punto de inicio de la ruta por Navamorcuende, en lugar de por el Real de San Vicente.  A pesar de todo, a las 10:30 h llegamos al aparcamiento del área recreativa "El Piélago".


Vacas pastando en el la pradera.


    En la explanada del aparcamiento no había ningún coche, tan sólo unas vacas pastando en la pradera, y un perro mastín.






Paneles informativos al inicio de la ruta.


   Tras preparar las mochilas y hacer la foto de rigor al inicio, iniciamos la ruta poco antes de las 10:40 h. Hacía un calor más típico de verano que de otoño, y el entorno estaba bastante más seco de lo habitual para esta época,  ya que no había llovido en todo el verano.


Antes de comenzar la ruta.


   Nada más comenzar la ruta el perro nos siguió, haciéndose a la postre  el recorrido completo con nosotros, como uno más del grupo. 

   Nos dirigimos desde el aparcamiento hacia una caseta de piedra que hay, y pronto nos metimos en un frondoso robledal, dirección noroeste. 


Al principio la pendiente es llevadera, pero poco después se pone más empinada.


   Seguimos al principio un camino, que a  pesar de estar cubierto por  muchas hojas caídas, no estaba totalmente oculto. De vez en cuando encontramos alguna señal de PR (franja blanca y amarilla), y otras veces el camino se pierde, yendo campo a través, siempre dirección noroeste.



Subiendo entre el robledal.




De vez en cuando aparecen marcas de PR.



    La primera parte del recorrido, hasta el Alto de Las Cruces, es la más dura, ya que tenemos aproximadamente 1,7 km de recorrido en exigente subida sin descansos, tan solo tramos en los que suaviza la pendiente. 

    Pasados los 700 m del inicio, tras una dura subida, dejamos la frondosa arboleda y llegamos a una especie de pradera, desde donde ya se visualizan las antenas del Centro Emisor. En este punto el camino que traíamos sigue hacia la derecha como una pista bien marcada, sin embargo nosotros seguimos campo a través subiendo hacia la izquierda (dirección noroeste). 



Zona donde desaparece la vegetación y se visualizan las antenas.


   Seguimos progresando y nos volvemos a introducir en otra zona arbolada, no tan frondosa como la anterior, donde encontramos de nuevo un sendero estrecho pero con más señalizaciones de PR, con bastante matorral bajo a los lados.



Introduciéndonos de nuevo en el arbolado.




Marcas de PR en las piedras del suelo entre el matorral.



Progresando por la dura subida.




   A menos de 200 m de las antenas, el bosque arbolado se abre por completo y tenemos delante de nosotros el Centro Emisor, al que parece que nunca vamos a llegar ya que la pendiente es bastante importante.



Antonio llegando al Centro Emisor.




Las chicas muy cerca de las antenas.



   Llegamos a la primera cima del día, el Alto de las Cruces (1.373 m) donde se encuentra el Centro Emisor del Valle del Tiétar, cuando el GPS marcaba 1,7 km de recorrido desde el inicio de la ruta. Esta cima es la más alta de toda la Sierra de San Vicente. En este punto habíamos hecho la parte más dura del recorrido, aunque aún nos quedaba algún tramo de sufrimiento.

   Desde la cima, un poco afeada por dichas antenas, existen unas magníficas vistas: al frente el Sistema Central con la Sierra de Gredos al noroeste (izquierda), al noroeste los pueblos de la Vera,  y el valle del  Tiétar a nuestros pies. Si buscamos un hueco donde las antenas no nos impidan la visión, al sur tenemos la meseta del Alberche en primer lugar, y más a lo lejos los Montes de Toledo.



Foto en la cima.


   En la cima encontramos un ciclista de montaña que amablemente nos hizo una foto.


    Tras unos minutos disfrutando de las vistas, retomamos el camino. Ahora nos tocaba ir por una amplia pista forestal ciclable, en dirección este, entre tramos de robledal. Salvo algún virage, la pista forestal discurre en línea recta, y siempre en descenso durante unos 2,5 km. Esta parte de recorrido es la más cómoda de la ruta, ya que la pista está muy lisa y sin piedras.



Bajando por la amplia pista forestal. 



Al fondo las antenas del Alto de Las Cruces.


   Al cabo de unos 2,5 km de bajada, llegamos a un collado donde existe una cerca de piedra abierta, con un paso canadiense para el ganado. En este punto, antes de atravesar la cerca, existe un panel indicativo hacia el Campamento de El Piélago, siguiendo un camino que sale a la derecha.

  
A la altura del collado. Detrás la Senda de Viriato.


   Pasada la cerca encontramos otra amplia pista forestal, que desciende cruzando perpendicularmente el camino que traíamos. Se trata de la Senda de Viriato o GR63, senda circular que como expliqué en la introcucción recorre toda la Sierra de San Vicente. Aunque el instinto nos puede llevar a seguir por este amplio camino, no deberemos seguirlo.  Para dirigirnos hacia la segunda cima del recorrido, el Monte Peladas, tras cruzar la cerca debemos girar a la izquierda y tomar un cortafuegos que sale de una especie de pradera, dirección sureste.  



Inicio del camino hacia Monte Peladas.


   Este camino gana altura progresivamente de forma bastante más llevadera que la subida al anterior Alto de Las Cruces. La subida discurre al principio a la izquierda de un pinar por un amplio camino, y poco a poco, el camino se estrecha y se vuelve bastante pedregoso, ascendiendo entre pinos y matorral alto. Durante esta subida encontramos bastantes marcas de PR en piedras y en algún poste de madera.




Subiendo por el sendero pedregoso.



Al fondo el valle del Tiétar.


   A unos pocos metros de la cima dejamos el pinar,  y nos dirigimos hasta la segunda cima del día, el Pico Pelaos, reconocible también por una fea antena, para cuya cima nos tenemos que desviar unos metros del sendero principal rodeando dicha antena. Antes de llegar a la cima a nuestra izquierda se encuentra uno de los 3 pozos de nieve que tiene esta sierra.




Antena en el Pico Pelaos.


   Después de aproximadamente 1 km de subida desde el collado, cuando llevamos 5,2 km de recorrido desde el inicio, alcanzamos el Pico Pelaos (1.331 m), que posee un punto geodésico de hormigón. Desde aquí existren unas magníficas vistas de los pueblos del noreste de la comarca, y especialmente del cercano Cabeza del Oso, y del Real de San Vicente situado a sus pies. 



Cartel en el Pico Pelaos. A la derecha el Cabeza del Oso.





En la cima de Pico Pelaos. Al fondo derecha el Alto de Las Cruces.



   Aquí aprovechamos para comer algo y reponer algunas fuerzas. 

   Deshicimos unos metros desde la cima, y retomamos el sendero PR TO-21, que desciende en dirección suroeste durante aproximadamente 1, 5 km. A medida que vamos descendiendo, a lo lejos vamos viendo la tercera cima de nuestra ruta, el Cerro de San Vicente. En esta zona en otras ocasiones me he encontrado con vacas pastando, aunque esta vez no había ninguna.




Poste señalizando el camino.




Bajando hacia el collado. Al fondo la subida hacia el Cerro de San Vicente.



   Descendidos aproximadamente 1,5 km, llegamos a un collado a la altura de la carretera TO-4045-V. Para llegar a la carretera debemos atravesar una puerta que hay para el ganado, que por suerte no tenía candado. En esta puerta existe un cartel de coto privado de caza, cosa que no me parece lógica ya que se trata de una ruta senderista perteneciente a la red de senderos de la Diputación de Toledo, pero es lo que hay. 




Puerta que tuvimos que cruzar. 


   Desde la carretera tenemos aproximadamente 1 km hasta el tercer pico del recorrido.  Enfilamos un cortafuegos con una pendiente bastante considerable. Se trata de una dura subida de algo más de 600 m, que luego suaviza bastante hasta llegar al Cerro de San Vicente (1.321 m). 




Comenzando la dura subida.




Antonio a mitad de la subida. Al fondo a lo lejos en Monte Pelaos.




María y Elisa dándolo todo en la subida. 


   En esta subida ya aflora la fatiga y los gemelos se ponen a tono. 

   A pocos metros de la cima atravesamos otra cerca de piedra y llegamos a una zona de numerosos afloramientos rocosos, antes de llegar a la cima. 




Al fondo la cerca de piedra. Muy a lo lejos la cima del Cerro de San Vicente.




Caminando entre los afloramientos rocosos.


   Por fin alcanzamos la cima del Cerro de San Vicente (1.321 m) a las 13:10 h, cuando el GPS marcaba 7.7 km de recorrido. El punto geodésico de la cima está situado sobre una base cuadrada de hormigón. Para llegar a la piedra donde se asienta el punto geodésico se requiere una fácil trepada, con buenos agarres en el punto más alto. Esta cima como expliqué en la introducción se conoce también como Monte de Venus. 




Trepada al punto geodésico.



En el geodésico del Cerro de San Vicente.


   Desde esta cima, bajo mi punto de vista se obtienen las mejores vistas de toda la ruta. A nuestros pies tenemos El Real de San Vicente, Castillo de Bayuela e Hinojosa de San Vicente. Un poco más a lo lejos  hay magníficas vistas de los pueblos del valle del Alberche y de la vega del Tajo al sur, del resto de las cimas de esta sierra, y de la Sierra de Gredos a lo lejos al noroeste.



Panorámica hacia el sur desde la cima.



En el centro el Alto de Cruces y al fondo el Sistema Central.


   En la cima estamos rodeados de piedras graníticas con formaciones curiosas de piedras en equilibrio, que se conocen como "piedras caballeras".



Antonio sobre una de las piedras caballeras.


   Estuvimos un rato haciendo numerosas fotos, ya que al no soplar viento se estaba de maravilla. 



Jose en la cima custodiado por María y Elisa.


   A unos 300 metros de la cima al sur se encuentran las ruinas del Castillo de San Vicente, descrito en la introducción, y que ya visité yo en otra excursión anterior.



Ruinas del Castillo de San Vicente.


   A pesar de que las ruinas están muy cerca de la cima, no nos acercamos, ya que no merecen mucho la pena al estar muy deterioradas y las vistas son prácticamente las  mismas que las que hay desde la cima. 

 
Deshaciendo el camino desde la cima.




   Tras un descanso y las fotos de rigor, deshicimos unos 600 metros el camino por el que habíamos venido, para después  tomar un estrecho sendero, algo escondido, que baja en dirección noroeste, y que se trata del PR - TO 8.


 
Comienzo del empinado descenso por el sendero.




Este sendero baja con bastante pendiente, de hecho en algunos trramos se han hecho unos escalones para facilitar el descenso,  y hay que tener cuidado de no resbalar porque prsenta tierra suelta y piedras.


 
Panel de subida al Monte de Venus.




 
Bajando por este tramo empinado.



 Este tramo de recorrido está perfectamente señalizado con balizas y marcas blancas y amarillas de PR, con paneles indicativos de subida al Monte de Venus. Durante el descenso pasamos entre algunos pinos.



Panel indicativo.



   Tras unos 500 m de bajada, llegamos a un collado donde existe una explanada, con un camino que sale a la derecha. Este camino no hay que cogerlo, sino hay que seguir de frente comenzando una leve subida por un ancho camino, que en unos 700 m nos deja en Lomo Lucía. 


 
Llegando a la explanada.



 
Iniciando la última subida de la excursión.


 
   A lo largo de este camino, por el que se inicia la subida al Lomo Lucía (último cerro del día), vamos dejando a nuestra derecha un bonito castañar, separado del camino por una alambrada. Aunque la zona de castañar está vallada, algunos erizos de castaña caen al camino. Hay que decir que tuvimos que cruzar 2 puertas de una alambrada para poder continuar con el itinerario.



Erizos de castaña.




Una de las puertas alambradas que tuvimos que pasar.



   A medida que vamos subiendo por esta parte nos vamos introduciendo en un bonito robledal con el suelo cubierto de hojas.


 
Subiendo entre el bonito robledal.


    Llegado a lo más alto del camino, considerado el Lomo Lucía (1.222 m), aunque no vimos ningún hito que lo certificase, tomamos el camino que sale perpendicularmente a la derecha (dirección noreste), y que en unos 500 m de descenso, desemboca en la carretera, a escasos metros del Campamento el Piélago. Esta última bajada también transita entre un bonito robledal. 


 
Bajando hacia la carretera.



 
Llegando a la carretera.




 
Último tramo por la carretera.



Desde la carretera, en unos 300 metros llegamos a la bonita zona recerativa del Piélago, fin de esta bonita excursión. 


Zona recreativa.


    En total el GPS marcó 10,1 km de recorrido, y empleamos con las paradas unas 3 horas. Tras el recorrido, con mucho pesar nos despedimos del perro y volvimos al Toledo, donde nos esperaban unas cervezas. 

   Aquí dejo una foto de la altimetría de la zona, así como un enlace a wikiloc para poder descargar el track: 






Pinchar el siguiente enlace para descargar ruta: 4 Picos Sierra de San Vicente 


 




 

















 


















 


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