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CIRCULAR INVERNAL A PEÑALARA (IDA POR LAS LAGUNAS Y VUELTA POR LAS ZETAS).








1. Introducción y curiosidades.
  
      Peñalara es la montaña más alta de la Sierra de Guadarrama (sierra perteneciente al Sistema Central) y de las provincias de Madrid y Segovia, con una altura de 2.429 metros sobre el nivel del mar. Junto con otras 4 cumbres aledañas (Hermana Menor, Hermana Mayor, Risco de los Claveles, Risco de los Pájaros) conforma la cresta del llamativo Macizo de Peñalara, que se prolonga desde el Puerto de Los Cotos en dirección N - NE, hasta el Collado del Camino del Nevero. Pertenece al Parque Natural de la Cumbre, el Circo y las Lagunas de Peñalara. conocido comunmente como Parque Natural de Peñalara, espacio natural protegido de 768 hectáreas. Es uno de los picos más emblemáticos e importantes de este sistema montañoso y su cima es el punto más alto del Parque Natural de Peñalara, dividiendo dos profundos e importantes valles: al este el valle de la Angostura, origen del río Lozoya, cuyas aguas proceden de la Laguna Grande de Peñalara; al oeste el valle del Eresma que tiene su origen en los puertos de Navacerrada y de la Fuenfría.

   Peñalara ha sido desde siempre un importante referente en toda la Sierra de Guadarrama, debido a su altitud y al hecho de encontrarse en la confluencia de las 2 Castillas. También era la montaña sagrada de los arévacos, pueblo celta que habitaba en el centro de la península ibérica antes de la llegada de los romanos. 

   La primera ascensión a la cima de Peñalara no se conoce, ya que alguna de las rutas que suben a ella no entraña excesiva dificultad. Las empinadas paredes de la vertiente este de este pico, han sido la "cuna" de los principales escaladores y alpinistas madrileños del siglo XX y XXI.  

   La ruta realizada por nosotros, conocida también como "Circular integral a Peñalara", resulta bastante interesante, ya que durante su primera mitad transita por una gran cantidad de lagunas y charcas de gran belleza, y la segunda parte del recorrido discurre por riscos y picos de más de 2.200 m de altitud. A través de esta ruta se pueden visitar los magníficos circos glaciares que muestran la labor de los hielos cuaternarios en estas montañas. También constituye un gran balcón desde el que se pueden visualizar las lagunas heladas en invierno, ofreciendo una estampa mágica. A pesar de ser una ruta bonita, no está exenta de dificultades técnicas, siendo incluso peligrosa en algunos tramos expuestos, más aún si se tiene vértigo. Estos riesgos aumentan debido a la presencia de hielo con temperaturas muy bajas, o con viento fuerte y poca visibilidad, sobre todo a nivel del Risco de los Pájaros (2.258 m) y especialmente a nivel  del Risco de los Claveles (2.387 m). Estos contratiempos se evitan en gran medida por la cara norte (vertiente segoviana), como hicimos nosotros.

   Como he mencionado anteriormente, este recorrido pasa por varias lagunas de origen glaciar. En primer lugar si queremos desviarnos (ya que en  el recorrido que hicimos nosotros no lo hicimos), podemos visitar la Laguna Grande de Peñalara, la más grande de todas, con un perímetro de 650 m.  Está situada a 2.017 m de altitud en el fondo del Circo de Peñalara. Esta laguna es permanente, tiene forma ovoidal y una superficie de 5.779 m2, con una profundidad máxima de 4,7 m. Está bien conservada debido a que tiene acordonado su perímetro. Las siguientes lagunas aparecen metros después de descender el Mirador de Javier, en una pradera, y están también protegidas por un un cordón en su perimetro, a la vez que tienen una pasarela de madera. Posteriormente pasaremos por la zona de las "Cinco Lagunas", para después iniciar un ascenso hasta la Laguna de los Claveles. La Laguna de los Claveles suele estar congelada de diciembre a marzo; su profundidad máxima es de 2,6 m, y a veces en verano está seca.  Por fin, después de unos 6 km de recorrido se llega a la Laguna de los Pájaros, en la que cuando no está helada se reflejan en sus aguas cristalinas las montañas. Esta laguna es una de las más grandes del parque y durante todo el año tiene agua, llegando a tener una superficie de 4.365 m2 y medio metro de profundidad. Situada a 2.170 m de altitud, es la más alta del Parque Natural. 




2. Cómo llegar.

- en vehículo privado (desde Madrid):

- desde la A1/Autovía del Norte (Madrid - Burgos), salida 69 hacia la carretera M-604 dirección Rascafría/Lozoya y continuar por la M-604 , hasta llegar a Rascafría. Seguir por la misma carretera hasta el Puerto de Cotos, en el límite de la provincia de Segovia. 

- Desde la AP-6/Autovía del Noroeste (Madrid - La Coruña), salida 39 hacia M-601 en dirección Collado Villalba/Puerto de Navacerrada y en el puerto tomar la SG-615 hasta llegar al Puerto de Cotos.

- Desde M-607 Autovía de Colmenar (Madrid - Colmenar Viejo - Navacerrada), salida 35 en dirección M-607 Cerceda y Navacerrada. Continuar por la M-607 hasta el km 58 para tomar la subida al Puerto de Navacerrada por la M-601. En el puerto tomar la SG-615 hasta el Puerto de Cotos.

-  Si se viene desde Segovia, ir por la CL-601 hasta el Puerto de Navacerrada, y después tomar la M-604 hasta el Puerto de Cotos.


- en transporte público (desde Madrid): 

- autobús línea 691.

- tren de cercanías C8 hasta Cercedilla y C9 hasta Navacerrada y Cotos. 




3. Descripción de la ruta. 



Mapa de la ruta realizada.



   Tras las nevadas caídas durante y después del puente de la Constitución y la Inmaculada en la Sierra Madrileña, nos disponíamos a hacer la última ruta del año, que sería la primera de la nueva temporada invernal. Decidimos hacer una ruta bastante completa que teníamos pendiente, la circular integral invernal a Peñalara. Esta ruta ya la había hecho yo anteriormente pero en época estival y en sentido contrario (también publicada en el blog). Las previsiones del tiempo eran buenas, aunque según veíamos en la webcam del Puerto de Cotos la nieve que había caído en fechas anteriores ya estaba escaseando. 


   La idea era hacer la ruta circular desde el Puerto de Cotos yendo por el camino de las lagunas hacia la Laguna de los Pájaros, y subir a Peñalara para volver por las  "zetas". Este itinerario suponía tener que salvar dos zonas comprometidas, como son el Risco de los Pájaros y sobre todo la aérea arista del Risco de los Claveles, que en época invernal y con mala visibilidad  son 2 puntos peligrosos, sobre todo por el hielo y por el fuerte viento que a veces sopla en su cumbre. Tras consultar otros blogs e informarnos de que se podían sortear por la vertiente segoviana, decidimos hacer la ruta y una vez llegados a los "puntos conflictivos", según como lo viésemos tomar la decisión de pasarlos o deshacer el camino hecho.


   En esta ocasión fuimos Jesús y yo, ya que Rober no podía venir. Partí de toledo a las 6:15 h para evitar los atascos de la M-50, y a las 7:10 ya estaba en Majadahonda recogiendo a Jesús. Tras los preparativos tomamos rumbo al Puerto de Cotos, llegando a su aparcamiento a las 08:15 h. Hacía un día bueno, con una temperatura de 2 grados bajo cero, pero con escaso viento. Preparamos el equipamiento, y  a las 08:40 h ya estábamos en marcha. Jesús optó por no llevar el piolet viendo que en Cotos no quedaba nada de nieve, a pesar de que yo le aconsejé que lo llevase. 


 
Temperatura en el parking de Cotos.




   Iniciamos subiendo unos metros por la carretera desde el aparcamiento hasta el restaurante Casa Marcelino, que dejamos a nuestra derecha ascendiendo el camino empedrado rumbo al Centro de Visitantes de Peñalara, el cual dejamos a nuestra izquierda.




Subiendo por el camino empedrado. Al fondo Cabezas de Hierro con escasa nieve.




   Tras dejar el Centro de Visitantes a la izquierda, continuamos el mismo camino empedrado hasta llegar al chozo de piedra de la Caseta del Guarda, donde el sendero pasa a ser una amplia pista de tierra. 




Tras pasar la caseta el camino empedrado se vuelve de tierra.




   Nos introducimos ahora en un frondoso bosque de pinos, donde en pocos metros dejamos a nuestra izquierda la primera fuente del recorrido, la Fuente Cubeiro. En esta pista de tierra ya empezamos a tener los primeros problemas con el hielo, ya que se iban alternando las placas de hielo con las zonas de tierra. Con cuidado fuimos progresando sin ponernos aún los crampones, ayudados de los bastones.




El camino de tierra presentaba tramos de hielo.


   Tras pasar el Mirador de la Gitana, en una curva que gira a la izquierda, al cual no entramos y desde el que existe una magnífica vista de la Cuerda larga,  llegamos cuando aún no habíamos completado el primer kilómetro del recorrido al cobertizo del depósito, que es una casa de piedra con techo de madera, donde existen algunos carteles informativos. 



 
Cobertizo. A la derecha las escaleras por las que seguimos.





   Aquí subimos unas escaleras de piedra que salen a la derecha del mismo, dirección a la Laguna de Peñalara, por el sendero (RV7, RV8, que después coincide con el PR 15) conocido como el "Camino del Agua de Peñalara". Seguimos ahora por otro bosque de pinos, a través de sendero helado al ser una terreno sombrío, con algunos tramos de bastante piedra. Una vez adentrados y para evitar resbalones, decidimos por fin ponernos los crampones.






Con los crampones puestos.






Como se observa el camino tenía bastante hielo.




   Siguiendo el sendero, el bosque se iba abriendo a nuestra derecha, dejándonos unas magníficas vistas del Valle de Lozoya, a la vez que el espléndido sol nos iba dando de lleno.




Poco a poco la zona boscosa se iba abriendo.




    Justo a la altura de la segunda fuente del recorrido, la Fuente Cedrón, cuando llevábamos algo más de 2 km de recorrido, Jesús se dió cuenta de que se había olvidado la funda de los crampones cuando paramos a ponerlos, por lo que se volvío a por ella. Yo mientras tanto lo esperé en la fuente, pero esto ya nos hizo perder más de 20 minutos. 






Fuente Cedrón.




    A partir de esta fuente, el camino estaba cada vez más pelado de nieve, pero como había algunas placas de hielo decidimos no quitarnos aún los crampones.




A medida que avanzamos detrás a la derecha quedan unas bonitas vistas de la Cuerda Larga.




   Cuando llevamos entorno a 2,4 km de recorrido, el camino va girando progresivamente hacia la izquierda (dirección NO), para ir introduciéndose poco a poco en el Circo de Peñalara.




Circo de Peñalara. Se observa que las canales aún no estaban muy cubiertas de nieve.




   La nieve escaseaba bastante en esta zona, y los canales como el de la Ceja y el Canal Central de Peñalara no estaban en muy buenas condiciones. Dado que ya conocíamos la Laguna Grande de Peñalara, no nos desviamos hacia ella y seguimos las indicaciones hacia la Laguna de los Pájaros.




Jesús en el desvío hacia el puente. Detrás la caseta del guarda.



   Justo unos metros antes de una caseta del guarda de piedra, cuando llevábamos 2,7 km de recorrido, seguimos el panel indicativo hacia la Laguna de los Pájaros por el PR 15, atravesando el puente de madera que cruza el arroyo de la Laguna Grande.


 
Puente que cruza el arroyo de la Laguna Grande visto desde arriba.




   En el puente de madera decidimos quitarnos los crampones ante la escasez de nieve. Ahora empezaba una pesada subida de unos 500 m con piedra suelta que iba zizageando entre piornales y peñas, de unos 100 m de desnivel, que termina a la altura del Mirador de Javier. En este punto, desde donde existen unas magníficas vistas del circo de Peñalara, un cartel nos indicaba la dirección hacia la Laguna de Los Pájaros. 




Sendero que sube hacia el Mirador de Javier.




Panel informativo en el Mirador de Javier.


   Ahora recorrimos un tramo de unos 700 m por el sendero que discurre por la ladera de Peñalara, y que en parte perdimos de vista porque no vimos ningún hito, siempre con tendencia a subir, hasta llegar a una especie de terraza desde donde vemos varias lagunillas y charcos de agua helados.




Jesús camino de las lagunas. Al fondo la Bola del Mundo.





Jesús llegando a la terraza desde donde se observan las lagunillas.



   
Vistas del macizo montañoso desde la terraza de las lagunillas.



   Desde este punto comenzamos a bajar, con mucho cuidado ya que el terreno empezaba a estar cubierto de grandes placas de hielo. Tal es así que decidimos ponernos de nuevo los crampones para no correr riesgos. De paso aprovechamos para comer algo.



 
Zona de lagunillas heladas.





 
Bajando con cuidado hacia las lagunillas, antes de volvernos a poner los crampones.




    Por el momento, entre el olvido de la funda y el tiempo perdido entre ponernos y quitarnos los crampones, el día no nos había cundido mucho, ya que eran las 10:30 h y apenas habíamos recorrido 4 km (llevábamos 1h 50' de tiempo).




Jesús en la zona de las lagunillas heladas.



   En esta zona de lagunillas el sendero estaba acotado con un cordón, y acondicionado con pasarelas de madera para no salirse y dañar la zona protegida. 




Jesús atravesando la pasarela de madera y zona acotada de las lagunillas.




   A partir de ahora transitamos por un terreno de praderas más cómodo, siempre con tendencia a la subida, atravesando numerosas lagunillas y charcas la mayoría de ellas heladas.



Transitando por el PR 27. Durante todo el recorrido hay numerosas charcas y lagunillas.




   Una vez sobrepasada esta zona de lagunillas, tras un pequeño repecho llegamos al área conocida como de "Las Cinco Lagunas". Nosotros en lugar de rodearlas por el este, como hace el PR 15, fuimos siguiendo una huella que había marcada y pasamos entre ellas, dejando al este un poco alejada la más grande de ellas.



 
Jesús atravesando la zona de las Cinco Lagunas.
 





Poste en la zona de las Cinco Lagunas.


   Avanzamos en nuestro camino y en pocos metros llegamos a la Laguna de los Claveles, situada en  la parte baja de los riscos del mismo nombre. 






Detrás de mi la Laguna de los Claveles.




  
Jesús en la Laguna de los Claveles.




   El recorrido a mi se me empezaba a hacer un poco pesado, porque parecía que nunca íbamos a llegar a la Laguna de los Pájaros. 



 
A nuestra izquierda había unos canales muy atractivos.





Caminando hacia la Laguna de los Pájaros tras pasar la de Los Claveles.




   Por fin llegamos a las inmediaciones de la Laguna de los Pájaros entorno a las 11:20 h (2h 40' desde el inicio), cuando el GPS marcaba 6 km de recorrido. 



Jesús llegando a la Laguna de los Pájaros.




 
Detrás de mi la Laguna de los Pájaros.



    Una vez en la laguna, que estaba helada, había huellas que la atravesaban, pero nosotros no quisimos arriesgar y la bordeamos por su perímetro para iniciar el ascenso rumbo al Risco de los Pájaros. 


   Como el día estaba totalmente despejado, empezamos a subir hacia los Claveles siguiendo el cordal, no hacía falta ver el GPS. Empezaba "lo más interesante" del recorrido




En rojo el trayecto que seguimos hacia el Risco de los Pájaros y de los Claveles desde la Laguna de los Pájaros.



    Con el día despejado, no había ninguna pérdida. Comencé yo subiendo y Jesús venía detrás.




Jesús subiendo hacia el Risco de los Pájaros, al fondo la Laguna de los Pájaros helada.





Subiendo camino del Risco de los Pájaros.


   A medida que íbamos subiendo, había unas magníficas vistas de la vertiente segoviana a nuestra derecha y de toda la parte norte de la  Sierra de Guadarrama a nuestras espaldas. 




Jesús subiendo. Al fondo el embalse de Pinilla.




El Risco de los Pájaros cada vez más cerca.



    Ya en los pies del Risco de los Pájaros, debíamos tomar la decisión de subirlo o bordearlo. 




A los pies del Risco de los Pájaros.



   Viendo que había bastante hielo y que para subir al Risco de los Pájaros había que trepar por grandes bloques de piedra, decidimos rodearlo por la vertiente segoviana de forma intuitiva.





Rodeando el Risco de los Pájaros.


   La verdad es que a toro pasado, creo que la decisión más acertada hubiera sido subir el Risco de los Pájaros y no rodearlo, ya que el rodearlo por la vertiente segoviana supuso pasar por una zona en la que había que sortear  grandes  piedras que estaban  cubiertas de hielo, por lo que hubo que ir con mucho cuidado. Quizá con una gran nevada que cubriera estas piedras hubiera sido más fácil. 




Jesús pasando entre las grandes piedras.



   Justo cuando estábamos rodeando este Risco de los Pájaros, Jesús me pidió que le hiciera una foto. Me metí la mano en el bolsillo y me di cuenta que había perdido la cámara. Me planteé darla por perdida (no era de mucho valor) ya que era como buscar una aguja en un pajar. Jesús me dijo que intentase buscarla (en la cámara estaban todas sus fotos). A pesar de todo, como la última foto la había hecho antes de comenzar a rodear el risco, no debía estar muy lejos. Deshice el camino y llegué hasta donde había hecho la última foto. Viendo que no la encontraba, lo dejé por imposible, pero a la vuelta, cuando ya la daba por perdida, apareció milagrosamente en un hueco entre 2 piedras. 





A nuestra derecha íbamos dejando bonitas vistas de la Granja de San Ildefonso y Segovia.





Jesús sorteando el Risco de los Pájaros.




   Una vez rodeado el Risco de los Pájaros, y dado que habíamos bajado bastante desnivel, nos tocó ahora una dura subida en diagonal en sentido sur hacia el Risco de los Claveles. En este tramo había bastantes piedras aunque no tan grandes como las anteriores, rodeadas de una nieve dura, pero donde los crampones agarraban perfectamente. A pesar de que subimos con los bastones, lo correcto hubiera sido sibir con el piolet, ya que la pendiente era considerable.





Subiendo hacia el Risco de los Claveles.





Jesús por la dura subida hacia el Risco de los Claveles.





Llegando al Risco de los Claveles.




    Tras el duro tramo de subida, llegamos a la altura de la parte final del Risco de los Claveles, unos metros después de su arista más expuesta. Este último tramo es una ancha cresta con buenos apoyos, y aunque soplaba un fuerte viento, se pasó sin problema. 





Detrás de Jesús la Laguna de los Claveles. Foto tomada desde el Risco de los Claveles.





Detrás de Jesús la arista más aérea del Risco de los Claveles.



   
Terminando de pasar el Risco de los Claveles.


 
   En unos pocos metros, llegamos a los paneles de madera, que cuando se viene desde Peñalara indican el comienzo del Risco de los Claveles, que estaban completamente helados. 






Aquí estoy en el panel del Risco de los Claveles.






Jesús en el panel de madera.




   Desde este punto, sólo nos quedaban unos 500 m hasta la cima de Peñalara por un terreno fácil.




Camino de Peñalara. Al fondo el Risco de los Claveles.



   Llegamos a la cima de Peñalara (2.428 m) a las 12:40 h, cuando el GPS marcaba 8,1 km de recorrido (llevávamos unas 4 h desde que habíamos salido de Cotos con paradas e imprevistos incluidos). 






Cima de Perñalara. Detrás la Cuerda larga.




Jesús en la cima.




   En la cima estuvimos el tiempo justo de hacer las fotos de rigor, ya que íbamos tarde debido a los imprevistos, de todas formas, el camino de vuelta (de casi 6 km) ya era bien conocido por nosotros.




Jesús en la cima de Peñalara con vistas al Risco de los Claveles.



   Una vez abandonada la cima, paramos a hacernos una foto en el monolito de piedra característico de las inmediaciones de la cima, que conmemora el centenario del Club de Alpinismo Peñalara.




En el monolito de granito.




Jesús en el monolito. Detrás bonitas vistas de la Cuerda Larga y la Bola del Mundo.



   La vuelta a Cotos en un día tan despejado no tiene ninguna pérdida, ya que en todo momento tenemos la referencia de las Hermanas Mayor y Menor y está señalizado con hitos de madera. Desde la cumbre de Peñalara hasta donde comienza el descenso por las famosas zetas, tenemos unos 2 km por terreno fácil. 




Camino de la Hermana Mayor.




Esta parte del terreno tenía menos hielo, pero no sobraban los crampones.





   A la vuelta pasamos unos metros cerca de las cimas de las Hermanas Mayor y Menor, pero no nos desviamos a las mismas. 





Camino de la Hermana Menor.



   En el tramo que discurre entre las 2 Hermanas, ya nos encontramos con bastante gente, unos que subían a Peñalara y otros que bajaban.





Llegando a la zona de las zetas.




Al fondo en miniatura el Refugio de Zabala.




   Una vez en la zona de las zetas, el recorrido hasta el Puerto de Cotos son algo más de 3 km de bajada, que aunque no es duro se nos hizo bastante pesado, ya que se alternaban el hielo con las piedras y la tierra.




Jesús bajando por las Zetas, al fondo la Bola del Mundo.





Jesús en el desvío hacia la zona de Zabala, durante la bajada por las Zetas.



    Unos metros después de pasar el cobertizo del depósito, por el que volvemos por el camino de las zetas, decidimos quitarnos los crampones, y en unos metros de bajada por el camino empedrado llegamos al aparcamiento de Cotos. 




Jesús volviendo por el camino de las zetas a la altura del cobertizo del depósito.



   Alcanzamos el aparcamiento cuando el reloj marcaba las 14:05 h. Estuvimos en ruta unas 5h 25', con bastantes paradas e imprevistos incluidos (funda crampones y cámara de fotos). 


   La ruta nos resultó muy completa y atractiva,  y con menos dificultad de la esperada en principio (evitando lo complicado de los riscos), aunque nos hubiera gustado más con condiciones de más nieve. El día también acompañó, pero con malas condiciones de visibilidad o yendo sin la equipación apropiada,  esta ruta en principio fácil puede resultar muy complicada.



    Aquí dejo un enlace a wikiloc paa poder descargar el track de la ruta, así como una imagen de la altimetría del recorrido.


Circular invernal a Peñalara (enlace a wikiloc)




































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