1. Introducción y curiosidades.
Este variado recorrido transcurre en primer lugar por el bonito castañar del Tiemblo, para después disfrutar de las magníficas vistas desde el Alto del Mirlo, volviendo por el Pozo de la Nieve y terminando el recorrido de nuevo por el castañar.
El castañar del Tiemblo es el más extenso del Sistema Central y alberga algunos árboles centenarios. En otoño es una excursión magnífica, ya que se puede disfrutar de una peculiar mezcla de vegetación y colorido, creando un ambiente de bosque encantado. Los caminos se llenan de las hojas caídas de los árboles y de las castañas que suelen dejarse ver solas o envueltas en los erizos que las envuelven. Los castaños tapizan el bosque de colores naranjas, amarillos y dorados, y como la luz apenas penetra entre los árboles, los escasos rayos de luz que entran crean bonitas estelas. Estos bosques sombríos, húmedos y con enormes árboles recuerdan a los de los cuentos infantiles y las leyendas de nuestra infancia. Además podemos encontrar castaños de formass curiosas, de troncos huecos, y centenarios, como el famoso castaño "El Abuelo".
El Castañar es un espacio protegido, por lo que su acceso está regulado en determinadas épocas del año, sobre todo en esta época otoñal. Aunque mucha gente va con la idea de recoger castañas, en las guías que ofrecen indican que son de baja calidad y sirven para alimentar la fauna de la zona, como el ganado que pasta, los jabalíes, las ardillas, los ratoncillos y otros animales de la zona, por lo que el llenar bolsas de castañas no está visto con muy buenos ojos. Hay que señalar también que el acceso al castañar está regulado en otoño y los fines de semana, por lo que para acceder al aparcamiento del mismo hay unas tarifas, de 6 euros por vehículo y 2 euros por cada excursionista. También se puede subir con algunos autobuses que llegan hasta el aparcamiento por 2 euros por excursionista.
EL Alto del Mirlo o El Travies, con sus 1.768 msnm, era otro de nuestros objetivos de la excursión. Es una montaña que pertenece al extremo este de la Sierra de Gredos. Está en el límite de las provincias de Ávila y Madrid, en el extremo suroeste de Madrid, aunque su cima se encuentra dentro del término municipal de El Tiemblo (Ávila). Por su cercanía al pueblo de Casillas, en la zona también es conocido como Pico de Casillas. Se trata de la única montaña de altura relevante de la Sierra de Gredos que tiene parte de sus laderas dentro de la Comunidad de Madrid. El pico tiene una prominencia de 301 m.
El Pozo de la Nieve es una construcción bien conservada, situada en el paraje conocido como Praderas del Pozo, que fue usado hasta principios del siglo XX. Aquí se acumulaba la nieve en invierno para ser utilizada posteriormente en verano. Esta nieve almacenada era transportada en verano en forma de bloques a los pueblos de la zona, vendiéndose por arrobas, y servía para conservar los alimentos. Se llevaba por la noche en serones a lomos de caballerías. Por los vales de compra con fecha de 1.906, se conoce que el propietario del pozo era don Manuel Martín Delgado, y que cobraba 3 reales por arroba de nieve.
2. Cómo llegar.
Para alcanzar el punto de inicio hay que llegar hasta la población avulense de El Tiemblo, situada a unos 85 km de Ávila, a unos 84 km de Madrid y a unos 88 km de Toledo. En todos los casos, hay que llegar a esta localidad por la N-403. Si se viene desde Madrid, hay que tomar la M501, también conocida por la "carretera de los pantanos" hasta San Martín de Valdeiglesias, para tomar aquí la N-403 en dirección Ávila hasta el Tiemblo. Si entramos por la primera entrada del pueblo, tras pasar una gran rotonda, entre una gasolinera que hay y la plaza de toros, tomamos un desvío hacia la izquierda dirección Urbanización Buenavista y el Castañar. Siguiendo los carteles indicativos del Castañar y de la Residencia de 3ª Edad San Antonio de Padua, llegaremos hasta una caseta de control (al menos en las fechas en las que el acceso al Castañar está regulado) donde habrá que "pasar por caja". Tras esta caseta comenzamos a subir por una carretera asfaltada unos 4 km, que después se convierte en una amplia pista de tierra, apta para el tránsito de vehículos. Después de otros 4 km por esta pista de tierra, cruzamos un puente sobre el río Yedra y llegamos al área recreativa del Regajo, donde se encuentra el aparcamiento.
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Llegando al aparcamiento. |
3. Descripción de la ruta.
Aunque en un principio tenía previsto visitar con Jesús el Macizo de Peñalara, viendo las previsiones de fuertes vientos por la sierra madrileña, decidimos en el último momento visitar el Castañar del Tiemblo, más si cabe aprovechando que estábamos en otoño, que es cuando éste paraje se encuentra en su máximo esplendor.
Sin madrugar mucho, quedamos a la altura de la gasolinera del Tiemblo a las 10:15 h. En esta ocasión también venía con Jesús su perra Kala, como ya ocurrió en la ruta de Los Siete Picos, realizada días atrás. Tras preparar las cosas, nos fuimos en un solo coche. Siguiendo las indicaciones de acceso al Castañar, pasamos la caseta de control, donde tuvimos que desembolsar 10 euros (6 euros por el coche y 2 euros por cada uno de nosotros). A las 10:35 h ya estábamos en la zona recreativa de El Regajo, donde se encuentra el aparcamiento. Había más de 20 coches, se notaba que en Madrid bastante gente se había tomado el puente de la Almudena.
Comenzamos a caminar a las 10:45h, iniciando la ruta señalizada del castañar (PRC-AV 54), que comienza tras cruzar un puente de madera, enfrente de donde aparacamos nosotros.
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Jesús y Kala comenzando el recorrido. |
Los primeros metros de recorrido vamos por el interior de un robledal, en el que poco a poco van ganando en número los castaños. En unos 600 metros llegamos a una intersección; nosotros en lugar de girar a la derecha hacia el refugio de Majalavilla y el castaño "El Abuelo", por donde volveremos, seguimos de frente, ya adentrados en el castañar.
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Uno de los numerosos paneles informativos del castañar.
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Jesús y Kala al inicio del castañar. |
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Aquí estoy en el colorido castañar. |
A los pocos metros del desvío, encontramos una fuente que no traía nada de agua.
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Fuente en el recorrido. |
Durante el trayecto, encontramos algunos ejemplares con troncos huecos y formas curiosas.
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Tronco hueco con curiosa forma. |
Aunque había senderos que salían a nuestra derecha, nosotros seguíamos de frente.
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Detrás de Jesús uno de los senderos que salían a la derecha del camino que llevábamos. |
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Panel informativo. |
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Adentrándome en el castañar. |
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Otro panel informativo. |
Continuábamos avanzando sin encontrarnos nadie por el castañar.
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Otro castaño con forma peculiar. |
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Caminando por el colorido castañar. |
Cuando llevábamos algo más de 1,5 km recorridos, el camino que seguíamos giraba en curva hacia la derecha, pero nosotros avanzamos por el sendero que iba de frente. Este punto fue una de las contadas ocasiones en las que tuvimos que hacer uso del track que teníamos grabado en el GPS.
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En esta parte del recorrido aún había hitos de PR. |
Entorno a los 2,3 km de recorrido, el espeso castañar se abrió y llegamos a una pequeña pradera, a partir de la cual comenzamos a ascender de frente. Aquí también debimos usar el GPS ya que salen caminos a ambos lados.
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En la pradera. |
Continuamos de frente en un tramo de subida, de nuevo entre castaños y helechos secos de color marrón. Aquí aprovechamos para comer 3 o 4 castañas, que estaban fuera de sus famosos erizos.
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Subiendo el tramo entre castaños y helechos. |
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Bonita zona entre castaños y helechos secos. |
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Castañas en su erizo. |
Aproximadamente a los 3,5 km de recorrido, cruzamos el arroyo de la Yedra, y seguimos en dirección oeste, para comenzar la parte más dura del recorrido hasta el Alto del Mirlo.
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Zona donde se cruza el Arroyo de la Yedra. |
Tras un pequeño tramo de empinada cuesta, donde íbamos cambiando los castaños por encinas, llegamos a una zona con menos vegetación arbórea.
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Transitando por la zona menos arbórea. |
En este punto seguimos unos metros pegados a una pequeña valla de piedra, para después girar dirección sureste y ascender campo a través unos 400 m una zona entre piornos.
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Subiendo zona entre piornos. |
Esta subida desemboca en una amplia pista forestal de tierra y piedras, cercada por una valla metálica, cuando llevamos unos 4,3 km de recorrido. Aquí la vegetación desapareció por completo, y estábamos ante la parte menos vistosa del recorrido. A cambio, según ascendíamos teníamos a nuestras espaldas bonitas vistas de la Sierra Oeste madrileña.
Transitamos ahora por esta pista forestal de gran desnivel en dirección oeste, a la derecha de la valla, ganando altura rápidamente.
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Jesús y Kala ascendiendo por la dura pista forestal. Al fondo la Peña de Cadalso. |
Tras una dura subida de unos 500 m pegados a la valla, la pista forestal gira ahora dirección noroeste, a la vez que la pendiente se suaviza algo.
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Llegando a la zona donde la pendiente suaviza. |
Un poco más adelante, la amplia pista forestal llega a una zona de grandes praderas, por donde transitamos algo más de medio kilómetro, hasta llegar a una intersección donde existían 2 opciones: proseguir la amplia pista bajando (dirección norte) o girar a la izquierda (dirección oeste) continuando la subida. Nosotros continuamos el ascenso, para ir cogiendo la cuerda que sube al Alto del Mirlo. Por la otra pista es por la que luego transitaríamos al bajar.
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Jesús llegando a este punto. En rojo el camino que seguimos a la subida. En amarillo por donde bajaríamos después. |
Pasado este punto, el recorrido no tenía pérdida. Nos quedaban como 1,2 km de dura subida, siguiendo la amplia pista forestal que asciende en un principio dirección oeste. Esta pista después va girando progresivamente hacia el sur , hasta desembocar en la pista forestal que viene del Puerto de Casillas, tras pasar una valla de alambre. Tras esta valla sólo nos quedaban algo más de 600 m hasta llegar al hito cimero.
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Jesús ascendiendo por la amplia pista forestal antes de llegar a la valla. |
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Valla que se cruza para enlazar con la pista que sube del Puerto de Casillas. Para ascender seguimos a la izquierda. |
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Último tramo de ascenso al Alto del Mirlo. |
En el hito cimero (situado a 1.768 m de altitud) , al que se llegamos tras pasar otra vez la valla que habíamos cruzado anteriormente, estábamos 10' antes de las 13:00 h, cuando el GPS marcaba unos 6,8 km de recorrido, por lo que habíamos subido en poco más de 2 horas desde el inicio.
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Jesús y Kala en la cima. |
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Aquí estoy en la cima del Alto del Mirlo. |
En la cima soplaba un viento fortísimo, de hecho para ascender las piedras que conducen al hito cimero había que poner las manos para mantenerse en pie. La sensación térmica era de frío polar. Salvando las distancias, la fuerza del viento nos recordó la ventisca que tuvimos en marzo de este mismo año subiendo a Cabezas de Hierro, con la diferencia que en aquella ocasión no veíamos nada y estaba todo nevado (y lo pasamos realmente mal). La fuerza del viento hacía la estancia allí tan desapacible, que nos impidió deleitarnos con las impresionantes vistas que hay desde la cima. Estuvimos el tiempo suficiente para hacer algunas fotos.
Según vimos en otros tracks, se puede ascender a la cima y descender sin dar tanto rodeo, siguiendo un pequeño sendero (que no vimos a la ida) que existe antes de llegar a la valla para tomar la pista que asciende desde el Puerto de Casillas. Dada la climatología adversa, no quisimos experimentar y volvimos por donde habíamos subido.
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Fotos desde la cima, donde se ve la pista forestal que tomamos tras deshacer el rodeo a la cima. |
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El Valle del Tietar desde la cima del Alto del Mirlo. |
Tras la corta estancia allí, comenzamos a bajar deshaciendo el camino ascendido. A medida que bajábamos, la sensación de frío y la fuerza del viento iban amainando.
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Jesús y Kala iniciando el descenso del Alto del Mirlo. |
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Bajando de la cima. |
Sin más problema, fuimos bajando y en poco más de 1 kilómetro desde la cima llegamos a la bifurcación por donde habíamos subido tras salir del castañar. En este punto ahora giramos a la izquierda (dirección NE), transitando a la izquierda de una valla que guarda un bonito pinar jóven.
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Lugar de la bifurcación durante el descenso. |
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En puntos rojos el descenso realizado. |
Tras algo más de 1 km de descenso, salvo un pequeño repecho, dejamos la amplia pista forestal y nos desviamos a la izquierda atravesando la amplia pradera que conduce al Pozo de la Nieve (este paraje se denomina Praderas del Pozo). Como expliqué en la introducción, esta construcción bien conservada se usaba antaño para acumular la nieve en invierno que en verano se vendía a los pueblos de la zona. Existen paneles informativos a su entrada, y una de las puertas que tiene está abierta, por lo que se pude entrar para verlo. Desde este lugar existen unas magníficas vistas de toda la zona, a pesar de que a nosotros se nos estaba nublando bastante el día.
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Kala y yo en el Pozo de la Nieve. |
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En el centro de la imagen el Alto del Mirlo, con el cielo totalmente encapotado. |
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Panel informativo en el Pozo de la Nieve. |
Aquí llegamos sobre las 13:30 h, cuando el GPS marcaba unos 9,8 km de recorrido desde el inicio. Resguardados del frío, paramos a comer algo. Cuando estábamos aquí nos encontramos 4 excursionistas, con los que estuvimos charlando un rato (desde que salimos del castañar no nos habíamos encontrado a nadie). Después de una media hora de descanso, reanudamos la ruta, siguiendo en la misma pradera los hitos del PR-AV 21.
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Hito en la Pradera del Pozo de la Nieve. |
En unos 200 m tras atravesar la pradera retomamos la amplia pista forestal, durante la que transitamos aproximadamente otros 400 metros, para a continuación abandonarla y girar a la derecha (dirección E). A partir de aquí cambiamos la amplia pista forestal, que parecía una autopista, por un sendero, en ocasiones muy estrecho, pero siempre bien balizado con las indicaciones del PR-AV 21 y GR 294.1 (Etapa 1 de la Ruta Bosques Mágicos).
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Jesús enlazando con la pista forestal tras salir de la pradera. Al fondo el Tiemblo. |
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Poco antes de girar a la derecha y abandonar la amplia pista forestal. |
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Jesús y Kala una vez tomado el sendero. |
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Hito del sendero. |
A los pocos metros de descenso dejamos a nuestra izquierda una construcción en mal estado de conservación, en cuyas inmediaciones existe una fuente que traía agua, aunque no potabilizada.
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Kala en la fuente. |
Pocos metros después de esta fuente nos introdujimos en una zona de pinar, por la que transitamos siempre siguiendo los hitos del PR-AV 21 unos 800 m, hasta llegar a una pradera, donde el bosque de pinos se abría y estaban pastando tranquilamente las vacas.
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Jesús y Kala por la zona de pinar. |
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Los hitos marcan el camino poco antes de llegar a la pradera donde pastan las vacas. |
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Pradera con las vacas pastando. |
Seguimos bajando unos metros, y enlazamos con el amplio camino de tierra que sube desde El Tiemblo, a la altura del Área Recreativa las Barrancas.
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Área recreativa Las Barrancas. |
Seguimos unos 300 metros por el amplio camino, para después girar a la derecha, buscando el Arroyo Garganta de la Yedra e introduciéndonos de nuevo poco en la zona de castaños.
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Dejamos el amplio camino de tierra y giramos a la derecha siguiendo los hitos. |
Una vez alcanzado el Arroyo Garganta de la Yedra, se debe cruzar el puente de madera que nos encontramos, y transitar dejando el arroyo a nuestra izquierda. Nosotros por error continuamos unos metros sin cruzar el puente, y luego tuvimos que cruzar el arroyo por encima de unas piedras.
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Este es el puente que hay que cruzar, y no seguir por el sendero de la izquierda. |
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Detrás de Jesús el puente y el sendero equivocado que tomamos. |
Una vez cruzado el arroyo, ya estábamos de nuevo dentro del bonito castañar y sólo nos quedaba entorno a 1,5 km para terminar la ruta. Ahora ya íbamos encontrando bastantes excursionistas.
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Kala y yo de nuevo en el castañar. |
Siguiendo el cómodo sendero unos 700 m, nos desviamos del mismo unos metros a la izquierda para visitar el conocido "El Abuelo", un enorme castaño centenario de tronco hueco (tiene más de 500 años), que está protegido por una zona vallada para su conservación. Este viejo castaño es uno de los atractivos principales de la excursión de la "Senda del Castañar". Está considerado uno de los árboles más longevos de nuestro país, y es el más longevo de Castilla y León.
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Jesús en "El Abuelo". |
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Panel informativo del centenario castaño. |
A escasos metros del centenario castaño, siguiendo el sendero, nos encontramos con el pequeño refugio de piedra de Majalavilla, en cuyo interior había una gran lumbre. Tuvimos el error de no entrar para ver la famosa decoración grafitera que recubre sus paredes.
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Refugio de Majalavilla. |
Ya unos metros más adelante, el sendero que traíamos enlazó con el sendero principal que llega al aparcamiento del área recreativa del Regajo, y que es el sendero por el que fuimos a la ida.
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Jesús y Kala poco antes del cruce de senderos. |
Desde este cruce de senderos, ya sólo tuvimos que caminar poco más de medio kilómetro hasta llegar al aparcamiento, y finalizar esta bonita excursión.
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"Los 3" antes de terminar la ruta. |
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Foto al final de la excursión en los paneles informativos del inicio. |
Al aparcamiento llegamos entorno a las 15:05 h, por lo que tardamos aproximadamente unas 4h20' en hacer el recorrido, con bastantes paradas incluidas.
Aquí dejo un enlace a wikiloc donde podeis descargar el track de la ruta, así como unas fotos con las estadísticas y altimetría de la misma.
Castañar del Tiemblo y Alto del Mirlo (enlace a wikiloc).
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